Descubre la Historia
El arte indio de los siglos I y II d.C. floreció en diversas regiones del subcontinente. Destacó especialmente en Mathura, una ciudad ubicada en el actual estado indio de Uttar Pradesh. Este período fue testigo de un extraordinario desarrollo artístico. Con una rica diversidad de estilos y técnicas que reflejaban la complejidad cultural y religiosa de la India antigua.
En Mathura, el arte indio se caracterizó por su expresividad y su enfoque en la representación de figuras divinas y mitológicas. Una de las deidades más prominentes en la iconografía de este período fue la diosa yakshi. Era una figura femenina asociada con la fertilidad, la prosperidad y la protección. Las esculturas de yakshis, talladas en piedra y terracota, exhiben una sensualidad exuberante y una serenidad divina. Capturaban la esencia de la feminidad divina en la tradición hindú.
Las esculturas de yakshis y otras divinidades adornaban templos, santuarios y espacios públicos en Mathura y otras ciudades de la India antigua, sirviendo como objetos de devoción y fuentes de inspiración espiritual. Estas obras maestras artísticas reflejaban no solo las creencias religiosas de la época, sino también los ideales estéticos y culturales de la sociedad india.
El arte indio de los siglos I y II d.C. también se distinguió por su habilidad técnica y su atención al detalle. Los artistas de Mathura dominaban el tallado en piedra y la elaboración de esculturas en terracota, creando obras que exhibían una impresionante destreza y una profunda sensibilidad artística.
En resumen, el arte indio de los siglos I y II d.C., especialmente en la región de Mathura, representa un período de gran esplendor artístico y cultural en la historia de la India antigua. Las esculturas de divinidades como la yakshi son testigos de la rica tradición religiosa y estética de la India, ofreciendo una ventana única a su pasado glorioso y su legado perdurable en el mundo del arte.
DUSCAE Gabinete de Curiosidades | Arte Indio





































